Las grandes empresas que trabajan en Internet han
crecido, en gran parte, porque han utilizado estándares y han creado
aplicaciones (API's, Widgets, APP...) que facilitan la interacción con sus servicios.
Así, los desarrolladores han podido crear programas que ofrecen nuevas
funciones a partir de las ya existentes.
Un ejemplo de ello es Google Maps. Gracias a que se ha
mostrado abierta y a que ha permitido que sus mapas y funciones se utilicen de
una forma flexible, mucha gente ha incorporado estos mapas en sus páginas. Así,
podemos comprobar que si visitamos un directorio de empresas, o la página de
una tienda, el mapa que se utiliza para las ubicaciones es el de Google.
Otro ejemplo podrían ser Firefox o Chrome, que han
facilitado y fomentado que los desarrolladores sean quienes, a través de las
extensiones que programan, den funciones personalizadas a sus navegadores. Al
mostrarse abiertos a que otros ayuden a crecer a su producto, han logrado
enriquecerlo considerablemente.
Las aplicaciones móvil también han logrado un auge
gracias a poder aprovechar la información y las herramientas de plataformas ya
consolidadas. Existen, por un lado, las herramientas oficiales de redes como
Facebook, pero además también hay desarrolladores terceros que han creado
aplicaciones muy interesantes. Resulta muy sencillo encontrar dichas
aplicaciones, porque todos trabajan en la misma dirección.